Cáncer suprarrenal: radioterapia
La radioterapia utiliza rayos X de alta potencia para destruir las células cancerosas.
¿Cuándo se usa la radioterapia para tratar el cáncer suprarrenal?
La radiación rara vez es el tratamiento principal para el cáncer suprarrenal. Este tipo de cáncer suele ser difícil de eliminar con radiación. Pero la radioterapia se puede utilizar después de la cirugía para evitar que el cáncer suprarrenal regrese más adelante. También se puede utilizar para tratar otras partes del cuerpo donde se ha propagado el tumor. A veces, se utiliza para controlar el dolor causado por el crecimiento del tumor.
Elegir un plan de radioterapia
Trabajará con un oncólogo radioterapeuta para elaborar su plan de tratamiento de radiación. Es un médico especializado tanto en cáncer como en radiación. Este proveedor de atención médica decide lo siguiente:
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El objetivo de la radioterapia
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El tipo de radiación que es mejor para usted
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La dosis de radiación
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Cuánto debe durar el tratamiento
Quizás sea conveniente que un familiar o un amigo lo acompañen a las citas. Haga una lista de preguntas y preocupaciones sobre las que desea hablar. Durante la visita, pregunte cómo se sentirá durante y después del tratamiento.
Qué esperar durante la radioterapia
El tipo de radiación más común para el cáncer suprarrenal es la radioterapia de haz externo (ERBT, por su sigla en inglés). Una máquina grande dirige los rayos hacia el cáncer para destruir las células cancerosas. La radiación suele administrarse una vez al día, 5 días a la semana (de lunes a viernes), durante una determinada cantidad de semanas. El tratamiento lo hace un radioterapeuta. Es probable que lo reciba de forma ambulatoria. Esto significa que ingresa, recibe tratamiento y regresa a casa el mismo día.
La radioterapia es muy parecida a hacerse radiografías. La radiación proviene de una máquina grande. No hay contacto con la máquina durante el tratamiento. Los tratamientos no duelen y son rápidos.
Antes de comenzar el tratamiento, se harán exploraciones de diagnóstico por imágenes para saber exactamente dónde está el cáncer. Esto se conoce como escaneo de simulación. El objetivo es que los rayos de radiación puedan enfocarse allí. Es posible que le tatúen pequeños puntos en la piel para marcar el área de tratamiento. Esto se hace para garantizar que cada tratamiento de radiación se dirija al tumor y no a partes sanas del cuerpo.
El día del tratamiento, lo pondrán en la posición indicada con mucho cuidado. Quizá vea que las luces de la máquina se alinean con las marcas en la piel. Esto le permite al radioterapeuta saber que está en la posición adecuada. El terapeuta saldrá de la habitación mientras la máquina envía radiación al tumor. Durante ese tiempo, podrá verlo, escucharlo y hablarle.
Deberá permanecer muy quieto mientras la máquina envíe radiación al tumor. Sin embargo, no es necesario que contenga la respiración.
Es probable que el proceso demore menos de una hora. La mayor parte del tiempo lo dedicarán a prepararlo. El tratamiento en sí solo demora unos minutos.
Efectos secundarios de la radioterapia
Hable con el proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios a corto y largo plazo que puede esperar y qué se puede hacer para prevenirlos o controlarlos. Pregunte al proveedor de atención médica a qué síntomas debe prestar atención. En algunos casos, deberá llamar al equipo de atención médica. Por ejemplo, el proveedor de atención médica le pedirá que llame si presenta signos de infección. Estos incluyen fiebre o dolor que empeora.
Los efectos secundarios de la radiación pueden incluir los siguientes:
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Malestar estomacal (náuseas) y vómitos
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Diarrea
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Irritación de la piel (como una quemadura solar grave) en el área de tratamiento
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Pérdida del cabello en el área tratada
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Pérdida del apetito
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Cansancio intenso (fatiga)
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Recuentos bajos de sangre
A menudo, estos efectos secundarios comienzan a las pocas semanas de iniciar el tratamiento. Desaparecen con el tiempo una vez finalizado el tratamiento. Muchos efectos secundarios pueden aliviarse con ciertos medicamentos.
Hable con el proveedor de atención médica sobre otros problemas a los que debe prestar atención y cuándo debe llamar. Sepa a qué teléfono llamar si tiene preguntas o problemas. Pregunte si hay un número para llamar después del horario normal de atención, los fines de semana y los días festivos.