Cuándo usar antibióticos para su hijo
Los antibióticos son medicamentos que se usan para tratar infecciones causadas por bacterias. No funcionan para enfermedades causadas por virus o por una reacción alérgica. De hecho, tomar antibióticos por razones que no sean una infección bacteriana puede causar problemas. Es posible que su hijo tenga efectos secundarios por los medicamentos. Y cuando realmente necesite un antibiótico, es posible que no le hagan efecto.
Cuando los antibióticos no hacen efecto para su hijo
El proveedor de su hijo no suele recetar antibióticos para estas afecciones. Usted puede ayudar no pidiéndole antibióticos si su hijo tiene lo siguiente:
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Un resfriado. Es una enfermedad viral. Su hijo puede tener goteo nasal, congestión nasal, estornudos, tos, dolor de cabeza, dolores leves en el cuerpo y fiebre. La mucosidad nasal puede ser blanca, verde o amarilla. Los resfriados mejoran por sí solos en un tiempo, que varía entre algunos días y una semana.
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Gripe (influenza). Es una enfermedad respiratoria causada por un virus. Suele desaparecer por sí sola en aproximadamente una semana. Su hijo puede tener fiebre, dolores en el cuerpo, dolor de garganta y fatiga.
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Bronquitis. Es una infección pulmonar principalmente causada por virus. Es posible que su hijo tenga tos, flema, dolores corporales y fiebre baja. Un tipo común de bronquitis se conoce como resfriado con congestión de pecho (bronquitis aguda). Esto suele suceder después de una infección respiratoria como, por ejemplo, un resfriado común. Puede tardar semanas en irse, pero los antibióticos no suelen ayudar.
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La mayoría de los dolores de garganta. Lo más frecuente es que los dolores de garganta se deban a un virus. Sin embargo, el dolor de garganta también puede deberse a una bacteria común: el estreptococo (amigdalitis estreptocócica). Su proveedor de atención médica puede examinarlo fácilmente. La garganta puede sentirse áspera o dolorida, y puede doler al tragar. También es posible que su hijo tenga un poco de fiebre y dolores en el cuerpo. El dolor de garganta a menudo mejora en algunos días.
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La mayoría de las infecciones de oído. Las infecciones de oído pueden deberse a un virus o a una bacteria. Provocan dolor de oído. Si el niño es pequeño, probablemente se jale la oreja. Puede que no le receten antibióticos. Por lo general, la infección desaparece por su cuenta.
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La mayoría de las infecciones de los senos paranasales (sinusitis). Este tipo de infección causa dolor e hinchazón en los senos paranasales y goteo nasal. En la mayoría de los casos, desaparece por sí sola y los antibióticos no aceleran la recuperación.
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Rinitis alérgica. Es un conjunto de síntomas causados por una reacción alérgica. Es posible que su hijo experimente estornudos, goteo nasal, ojos llorosos y con comezón, o sienta dolor de garganta. Las alergias no se tratan con antibióticos.
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Fiebre baja. Lo más probable es que una fiebre leve, menor de 100.4 °F (38 °C), no necesite tratamiento con antibióticos.
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La mayoría de los casos de diarrea. Por lo general, la diarrea se debe a diferentes virus o a una intolerancia a ciertos alimentos. Los antibióticos no hacen que estos síntomas desaparezcan. De hecho, la diarrea es un efecto secundario común de los antibióticos. Por ello, pueden empeorar los síntomas. A veces son las bacterias intestinales las que causan diarrea. El proveedor de atención médica quizás le pida un cultivo de heces.
Cuándo los antibióticos sí hacen efecto para su hijo
Los antibióticos pueden usarse para tratar lo siguiente:
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Amigdalitis estreptocócica. Se trata de una infección en la garganta causada por bacterias. Entre los síntomas, se incluyen dolor de garganta, placas blancas en las amígdalas, manchas rojas en el paladar, fiebre, dolores corporales, náuseas y vómitos. Es necesario confirmar primero la infección estreptocócica por medio de un análisis llamado cultivo de garganta.
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Infección de las vías urinarias (IVU). Esta es una infección bacteriana de la vejiga y del conducto que permite que la orina salga del cuerpo. Puede causar un dolor con ardor y producción de orina con olor extraño, turbia o con sangre. Las infecciones urinarias son muy comunes. Los antibióticos suelen ayudar a tratar estas infecciones.
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Algunas infecciones de los oídos. En algunos casos, es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le recete antibióticos para una infección de oído. En otros casos, las infecciones de los oídos se resuelven sin antibióticos. El proveedor de atención médica puede recomendar que espere a ver qué sucede.
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Algunas infecciones de los senos paranasales. En algunos casos, es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le recete antibióticos. Tal vez primero necesite asegurarse de que la causa de los síntomas del niño no sea un virus, un hongo, alergias ni sustancias contaminantes del aire, como el humo.
Ayude a su hijo a sentirse mejor
Si la infección no puede tratarse con antibióticos, puede tomar otras medidas para que el niño se sienta mejor. Pruebe seguir los siguientes consejos:
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Permita que el niño descanse el tiempo que necesite.
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Asegúrese de que el niño beba agua y otros líquidos claros.
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Mantenga a su hijo alejado del humo.
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Use medicamentos de venta libre, como el paracetamol, para aliviar el dolor o bajar la fiebre, según las indicaciones del proveedor de atención médica.
Para tratar el dolor en los senos paranasales o la congestión nasal, haga lo siguiente:
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Coloque un paño húmedo y tibio sobre la nariz y frente de su hijo.
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Use un aerosol nasal con medicamento o solución salina, según las indicaciones del proveedor de atención médica del niño.
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Haga que su hijo inspire el vapor de una ducha caliente.
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Use un humidificador o un vaporizador de niebla fría en el cuarto de su hijo.
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Si su hijo es pequeño, extraiga la mucosidad con una pera de succión de goma.
Para calmar la tos, haga lo siguiente:
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Use un humidificador o un vaporizador de niebla fría en el cuarto de su hijo.
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Haga que su hijo inspire el vapor de una ducha caliente.
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Si su hijo tiene edad suficiente, dele caramelos para la tos. No le dé estos caramelos a un niño pequeño.
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Dele miel si es mayor de 1 año.
Para aliviar un dolor de garganta, haga lo siguiente:
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Dele a su hijo trocitos de hielo o paletas heladas para chupar.
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Si tiene edad suficiente, dele caramelos para aliviar el dolor de garganta. No le dé estos caramelos a un niño pequeño.
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Aplique un aerosol para la garganta en la garganta de su hijo.
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Use un humidificador o un vaporizador de niebla fría en el cuarto de su hijo.
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Pídale a su hijo que se haga gárgaras con agua salada.
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Pídale a su hijo que beba líquidos tibios.
Para aliviar el dolor de oído, haga lo siguiente:
Cuándo llamar al proveedor de atención médica de su hijo
Comuníquese si el niño es menor de 3 meses de edad y tiene fiebre. También comuníquese si su hijo está en cualquiera de estas situaciones:
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Síntomas que empeoran
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Los síntomas duran más de 10 días.
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Dificultad para respirar.
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No está interesado en comer.
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Dificultad para tragar.
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Le sale sangre o pus de los oídos, o la saliva o la flema tienen sangre o pus.
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Fiebre (consulte “La fiebre y los niños”, a continuación).
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Presenta signos de deshidratación: por ejemplo, no moja los pañales, no produce lágrimas, tiene la boca seca o está débil.
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Es un niño pequeño y babea en exceso.
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo de forma adecuada. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, se indica cuándo llamar al proveedor de atención médica si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga sus instrucciones.
Cuándo debe llamar al proveedor de atención médica si su hijo tiene fiebre
En el caso de un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
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Fiebre de ___________ según le indique el proveedor
En el caso de un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto o en la frente: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En el oído (solo para uso a partir de los 6 meses): 102 °F (38.9 °C) o superior
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Fiebre de ___________ según le indique el proveedor
En estos casos:
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Temperatura en la axila de 103 °F (39.4 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Temperatura de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de ___________ según le indique el proveedor
Revisor médico: L Renee Watson MSN RN
Revisor médico: Liora C Adler MD
Revisor médico: Raymond Turley Jr PA-C
Última revisión:
2/1/2023
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